En un caso sin precedentes en la historia de la justicia climática, seis jóvenes portugueses están llevando a juicio a 33 países europeos, entre ellos los 27 miembros de la Unión Europea (UE), ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). La causa surge tras los devastadores incendios en Portugal en 2017, que dejaron más de 60 muertos y cientos de heridos. Los demandantes, con edades entre 11 y 24 años, argumentan que sufren una constante ansiedad ante la creciente amenaza de desastres naturales y un futuro incierto en un planeta que se calienta rápidamente.
Los jóvenes, respaldados por Global Legal Action Network (GLAN), buscan responsabilizar a los países por su inacción ante el cambio climático, lo que podría generar un precedente significativo en la lucha por la justicia climática. Su principal argumento radica en que la inacción de estos países ante el cambio climático viola sus derechos humanos, fundamentándose en acuerdos como el Acuerdo de París de 2015 y la Convención Europea de Derechos Humanos.
El abogado defensor, Gerry Liston, enfatizó la importancia del caso al declarar que un fallo favorable podría “acelerar los esfuerzos” globales para combatir el cambio climático y “cambiaría las cosas en materia de justicia climática”.
Es importante destacar que la admisibilidad del caso será objeto de debate. Los demandantes, en lugar de agotar los recursos legales en cada uno de los países acusados, han recurrido directamente al TEDH, citando el enorme desafío de iniciar 32 expedientes separados en diferentes naciones.
En el contexto mundial, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, recientemente pidió a los líderes mundiales que tomen medidas contra las crisis globales, mencionando específicamente la emergencia climática. Además, datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) confirman que el pasado julio fue el mes más caluroso registrado.
Este caso es un reflejo de la creciente inquietud mundial por la crisis climática y la necesidad urgente de acciones efectivas y medibles a nivel gubernamental.