La Sala IV de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo de la Ciudad de Buenos Aires resolvió la causa “B. A. O. c/ Raízen Argentina SAU y otro s/ despido”, en la que se debatió la validez de un despido directo dispuesto por la empleadora.
El conflicto se originó en octubre de 2020, cuando el trabajador, operador de playa en una estación de servicio, fue acusado de realizar una maniobra irregular en la carga de combustible a un cliente con cuenta corriente. Según la empresa, se facturó un monto mayor al efectivamente cargado, y la diferencia de dinero no apareció al cierre de caja. Con base en ese hecho, la firma dispuso el despido con invocación de justa causa.
En primera instancia se tuvo por acreditada la inconducta y se rechazaron las indemnizaciones reclamadas. El trabajador apeló, cuestionando la valoración de la prueba y la existencia de una falta grave.
La Cámara analizó los testimonios de clientes, empleados y personal jerárquico, los cuales resultaron coincidentes en la descripción del mecanismo de sobrefacturación. También se valoraron antecedentes disciplinarios previos del trabajador por hechos similares. El Tribunal destacó que la empresa cumplió con su carga probatoria y que los testigos ofrecidos por el actor no lograron desvirtuar los hechos.
En su voto, el juez Héctor C. Guisado propuso confirmar que el despido se ajustó a derecho por configurarse una grave pérdida de confianza, rechazar las indemnizaciones de la ley 25323 y del art. 80 de la LCT, e imponer las costas al trabajador vencido. La jueza Silvia E. Pinto Varela adhirió por fundamentos análogos. La decisión fue unánime.
Versión en lenguaje claro
Qué pasó
Un trabajador fue despedido de una estación de servicio porque, según la empresa, cobró de más a un cliente. El dinero que sobraba no apareció cuando se cerró la caja.
Qué dijo la empresa
La empresa sostuvo que el empleado cargó menos combustible del que facturó y que esa maniobra fue intencional. También señaló que el trabajador ya había tenido sanciones antes.
Qué resolvió la justicia
Los jueces escucharon a clientes, compañeros de trabajo y encargados. Todos relataron el mismo tipo de maniobra. La Cámara entendió que la empresa probó el hecho y que el trabajador no logró desmentirlo.
Decisión final
- El despido fue declarado válido.
- No se pagan indemnizaciones.
- El trabajador debe pagar las costas del juicio.
- Se ajustaron los honorarios de los abogados.
La decisión fue unánime. Los jueces entendieron que el accionar del trabajador rompió la confianza necesaria para seguir con la relación laboral.







