El reciente fallo del Superior Tribunal de Justicia de la Provincia de Río Negro en el caso “FRIDEVI S.A.F.I.C. c/ PAYALEF, HUGO LAUTARO s/ Exclusión de Tutela Sindical s/ Inaplicabilidad de Ley” (Expediente VI-00254-L-2022), dictado el 5 de septiembre de 2023, aborda con meticulosa profundidad la interacción entre las comunicaciones digitales modernas y el derecho laboral, específicamente en el contexto de la tutela sindical y el uso de emojis en comunicaciones laborales a través de WhatsApp.
Este litigio se origina en una disputa entre la empresa FRIDEVI S.A.F.I.C. y su empleado Hugo Lautaro Payalef, centrada en la interpretación y las consecuencias jurídicas de un emoji de pulgar hacia arriba utilizado por la empresa en respuesta a las inasistencias comunicadas por el empleado a través de WhatsApp. La cuestión subyacente era determinar si este gesto digital podía considerarse como una aceptación tácita de las inasistencias por parte del empleador y, por ende, si estas inasistencias justificaban o no la exclusión de la tutela sindical de Payalef, habilitando así su despido con causa.
La Cámara del Trabajo había interpretado inicialmente que el uso del emoji por parte de la empresa constituía una forma de consentimiento a las inasistencias del trabajador. Sin embargo, esta interpretación fue objeto de revisión por el Superior Tribunal de Justicia, que en un enfoque detallado y analítico, liderado por el voto del juez Ricardo A. Apcarian, puso en tela de juicio la capacidad de un emoji de servir como una manifestación de voluntad con efectos jurídicos vinculantes sin el apoyo de pruebas adicionales que clarifiquen la intención de las partes.
El Tribunal destacó la naturaleza inherentemente ambigua y contextual de los emojis, señalando que su significado puede variar significativamente dependiendo del contexto en que se utilicen. En el lenguaje cotidiano, un emoji de pulgar hacia arriba podría ser interpretado como una señal de aprobación o aceptación, pero en el ámbito jurídico y laboral, esta interpretación requiere una base probatoria más sólida y contextualizada. Este análisis refleja una comprensión profunda de la complejidad inherente a las comunicaciones digitales y subraya la necesidad de cautela y precisión al interpretar estos símbolos en contextos legales.
Más allá de la cuestión de la comunicación digital, el fallo aborda aspectos fundamentales de la relación laboral y la protección sindical.